La Institucionalización del Budismo en América Latina: Historia, Desarrollo y Distribución
- Juan

- 22 feb
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En un continente históricamente marcado por el catolicismo, el budismo emerge como un fenómeno religioso en ascenso, desafiando paradigmas y enriqueciendo el pluralismo espiritual de América Latina. Este crecimiento, impulsado por olas migratorias asiáticas y una creciente fascinación por las filosofías orientales, ha transformado a esta tradición milenaria en un sistema institucionalizado con raíces profundas en la región. Basado en el estudio pionero Huellas del budismo institucionalizado en América Latina de Frank Usarski (2024), este artículo analiza la evolución histórica, la distribución geográfica y las dinámicas socioculturales que han definido la implantación del budismo en la región, ofreciendo una mirada integral a su presente y futuro.
1. Contextualización Histórica: De la Minoría a la Institucionalización
El budismo llegó a América Latina en el siglo XIX de la mano de inmigrantes chinos y japoneses, quienes establecieron los primeros núcleos comunitarios en países como Perú y Brasil. Sin embargo, no fue hasta mediados del siglo XX que comenzó su expansión institucional, especialmente en Brasil —donde la comunidad japonesa fundó el templo Honpa Hongwanji en 1935— y Argentina, con la creación de la Asociación Budista en 1954.
Aunque el desarrollo ha sido desigual, países como México, Chile y Colombia han experimentado un auge desde los años 90, vinculado a la globalización y al interés en prácticas como el mindfulness. Pese a este crecimiento, los estudios académicos han sido fragmentarios, priorizando casos específicos sobre análisis regionales. Usarski (2024) atribuye esta carencia a la escasez de recursos y al enfoque tradicional en religiones dominantes, dejando al budismo en un segundo plano historiográfico.
2. Distribución Geográfica: Concentración y Desafíos Demográficos

La presencia budista se concentra en zonas urbanas y áreas con histórica inmigración asiática. Brasil lidera con 392 centros, destacándose São Paulo como epicentro multicultural. Le siguen México (139), Chile (87) y Argentina (84), mientras que Colombia, Venezuela y Perú oscilan entre 20 y 50 centros (Valverdi & Millet, 2024).
Cuantificar a los practicantes es un reto: los censos suelen omitir el budismo como categoría, y muchos adherentes combinan prácticas budistas con otras tradiciones (ej.: sincretismo con espiritualidades indígenas o catolicismo). Además, corrientes como el Zen o el Vipassana atraen a practicantes “no afiliados”, que priorizan la experiencia individual sobre la membresía formal. Estimaciones sugieren entre 800,000 y 1.5 millones de simpatizantes en la región, aunque solo una fracción se identifica como “budista” en términos ortodoxos.
3. Tradiciones Budistas: Diversidad y Adaptación

El budismo en América Latina es un mosaico de escuelas:
Mahāyāna (565 centros): Dominante por la influencia japonesa. La Soka Gakkai, con 141 centros, destaca por su enfoque laico y proselitista, atrayendo a jóvenes mediante actividades socioeducativas.
Zen (158 centros): Popular en México y Argentina, vinculado a figuras como el maestro coreano Samu Sunim y su red de centros urbanos.
Tibetano (354 centros): Creció con el exilio tibetano post-1959. La escuela Kagyü, con su énfasis en el liderazgo carismático, predomina en Chile y Colombia.
Estas tradiciones han adoptado estrategias de adaptación: traducción de textos a español/portugués, retiros abiertos al público y colaboraciones con universidades, como el programa de estudios budistas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
4. Inmigración Asiática: Cimientos de una Red Transnacional
La diáspora asiática construyó los pilares del budismo regional:
Siglo XIX: Culíes chinos en Perú establecieron altares domésticos, aunque sin estructuras formales.
Siglo XX: Japoneses en Brasil fundaron la Honpa Hongwanji, mientras coreanos en Argentina impulsaron el Jogye Order.
Siglo XXI: Vietnamitas en Chile y tibetanos en Colombia ampliaron la diversificación.
Un caso emblemático es la comunidad Okinawense en São Paulo, que en 1955 inauguró el templo Busshinji, fusionando rituales budistas con festividades locales. Este sincretismo refleja una tendencia regional: templos que funcionan como centros culturales, ofreciendo clases de idiomas o talleres de arte.
5. Desafíos y Futuro: Entre la Tradición y la Innovación
La institucionalización enfrenta retos:
Percepción social: En países como México, el budismo aún se asocia a modas New Age, limitando su reconocimiento como religión formal.
Generacional: Las nuevas generaciones de asiáticos-latinoamericanos privilegian identidades híbridas, reduciendo la participación en templos tradicionales.
Recursos: Escasez de líderes entrenados localmente obliga a depender de maestros extranjeros.
Pese a esto, innovaciones como budismos comprometidos (ej.: ecobudismo en Costa Rica) y el uso de plataformas digitales para enseñanzas apuntan a una reinvención. Usarski (2024) sugiere que el futuro dependerá de equilibrar autenticidad y adaptación, evitando la folklorización mientras se integra a dinámicas locales.
Conclusiones
El budismo en América Latina ha trascendido su estatus minoritario para convertirse en un actor religioso relevante, con una red institucional sólida y diversa. Su evolución refleja no solo la herencia migrante, sino también la apropiación creativa de comunidades locales. A medida que enfrenta desafíos demográficos y culturales, su capacidad para dialogar con realidades sociales —desde la justicia ambiental hasta la salud mental— podría definir su rol en el siglo XXI. Como señala Usarski, este proceso no es solo la historia de una religión, sino un capítulo esencial en la comprensión de la identidad latinoamericana contemporánea.
Referencias
Hollanda, C. L. (2010). Enciclopedia de grupos religiosos en las Américas y la Península Ibérica. Prolades.
Shoji, R. (2004). La nativización del budismo de Asia Oriental en Brasil. Universidad de Hannover.
Usarski, F. (2024). Huellas del budismo institucionalizado en América Latina. Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.
Valverdi, J. & Millet, D. (2024). Estudios budistas en América Latina y España (vol. II). URV, Tarragona.
Nota metodológica: Los datos cuantitativos se basan en registros de asociaciones budistas, censos nacionales (cuando disponibles) y trabajo de campo de los autores citados. Las estimaciones demográficas consideran tanto adherentes formales como practicantes ocasionales.











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