Cómo Practiqué Mindfulness para Mantenerme Informado Sobre la Guerra Comercial de Trump con México Sin Caer en la Ansiedad
- Juan
- 2 feb
- 3 Min. de lectura

El día de ayer, mientras revisaba mi teléfono, me di cuenta de que mi respiración se aceleraba y mis hombros se tensaban. Las noticias sobre la guerra comercial entre Trump y México, los titulares alarmistas y los análisis interminables habían comenzado a filtrarse en mi mente como una niebla densa. Me sentía abrumado, casi paralizado por la incertidumbre. Fue entonces cuando entendí: necesitaba informarme, sí, pero sin permitir que la avalancha de datos afectara mi bienestar. Así que decidí crear estrategias de mindfulness para equilibrar mi consumo de información. Aquí comparto lo que aprendí.
1. Consumo Consciente, No Compulsivo
El primer paso fue aceptar que no necesito saberlo todo, ni en tiempo real. Establecí horarios específicos para informarme (dos veces al día, por ejemplo) y elegí fuentes confiables y neutrales, evitando caer en el ciclo de notificaciones constantes. Si un titular me generaba urgencia por leer más, respiraba profundamente y me preguntaba: ¿Esto aporta algo nuevo a mi comprensión o solo alimenta mi ansiedad?
Tip práctico: Desactiva las notificaciones de apps de noticias y redes sociales. Elige un momento tranquilo, como después del desayuno o antes de cenar, para leer.

2. Reconocer las Emociones Antes de Abrir una Noticia
Aprendí a hacer una pausa emocional antes de abrir un artículo. Si sentía que el estrés aparecía incluso antes de leer, me tomaba un minuto para cerrar los ojos, inhalar por cuatro segundos y exhalar por seis. Esto me ayudó a diferenciar entre la curiosidad sana y el impulso de buscar información por miedo.
Frases que uso:
“Estoy aquí, en este momento, y estoy a salvo.”
“Puedo elegir cómo responder a lo que leo.”
3. Enfocarme en lo Que Sí Controlo
La guerra comercial, las políticas internacionales… son temas macro que escapan a mi influencia directa. En lugar de obsesionarme con pronósticos catastróficos, redirigí mi atención a acciones concretas: apoyar a negocios locales afectados, informarme sobre cómo adaptar mis finanzas personales o simplemente conversar con empatía con personas cercanas que también estaban preocupadas.
Mindfulness en acción: Cada vez que la ansiedad aparecía, me preguntaba: ¿Qué puedo hacer hoy, en mi círculo inmediato, para contribuir positivamente?
4. Limitar el “Doomscrolling” con Técnicas de Grounding
El hábito de desplazarme sin fin por noticias negativas (doomscrolling) era mi principal enemigo. Cuando lo detectaba, practicaba el 5-4-3-2-1:
5 cosas que veo (ejemplo: una planta, mi taza de café).
4 cosas que siento (la textura de mi suéter, el aire en la piel).
3 cosas que oigo (el sonido del viento, mi respiración).
2 cosas que huelo (el café, un perfume suave).
1 cosa que agradezco (mi capacidad para aprender y adaptarme).
Este ejercicio me devolvía al presente y rompía el ciclo de sobreestimulación.

5. Crear un “Espacio Sagrado” Digital
Designé mi teléfono y computadora como herramientas, no como fuentes de caos. Eliminé apps de redes sociales que solo mostraban contenido sensacionalista y seguí cuentas que combinaban noticias con análisis reflexivos. También creé una carpeta llamada “Lecturas Esenciales” con artículos verificados, evitando caer en enlaces clickbait.
Ejemplo: En lugar de seguir 10 portales, elegí dos medios internacionales y uno local con enfoque en economía.
6. Terminar el Día con Gratitud, No con Miedo
Antes de dormir, dedicaba cinco minutos a escribir tres cosas relacionadas con el tema que me generaban gratitud. Podía ser algo tan simple como: “Agradezco haber entendido hoy cómo afecta esta política a los agricultores, para poder compartirlo” o “Valoro la conexión con mi familia, a pesar de la incertidumbre”.
Conclusión: La Información No Es el Enemigo, Pero Nuestra Mente Necesita Límites

Aprendí que mantenerse informado no significa ahogarse en datos. El mindfulness me enseñó a soltar la necesidad de controlar lo incontrolable y a priorizar mi paz mental. Hoy, cuando leo sobre la guerra comercial, respiro, elijo fuentes claras y recuerdo que mi bienestar es la base desde la que puedo actuar, pensar y contribuir con claridad.
La próxima vez que sientas que el mundo se desborda, pregúntate: ¿Estoy alimentando mi mente o intoxicándola? La respuesta podría cambiarlo todo.
¿Y tú? ¿Qué estrategias usas para mantener el equilibrio entre estar informado y cuidar tu salud mental?🌿
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